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Las actividades como la ludoteca son importantes en el cuidado de personas con demencia, más allá de los talleres de estimulación cognitiva, porque ofrecen beneficios que abarcan tanto el bienestar emocional como social, físico y mental.

Por ejemplo:

  1. Fomento de la interacción social:
    Las ludotecas, al estar diseñadas para fomentar el juego y la participación en grupo, ofrecen un entorno en el que las personas con demencia pueden interactuar con otros. Esto les permite mantener relaciones sociales y reducir el aislamiento, lo cual es crucial, ya que la soledad puede acelerar el deterioro cognitivo.
  2. Reducción del estrés y la ansiedad:
    Las actividades lúdicas proporcionan un espacio donde las personas pueden relajarse y disfrutar, lo que puede reducir los niveles de ansiedad y estrés que muchas personas con demencia experimentan debido a la confusión o frustración por la pérdida de habilidades cognitivas.
  3. Estímulo de la memoria emocional:
    A través del juego y las actividades creativas, se pueden activar memorias emocionales que muchas veces se preservan más tiempo que las memorias episódicas. Esto puede generar sentimientos de satisfacción, familiaridad y alegría, incluso si los detalles específicos no se recuerdan.
  4. Fomento de la autonomía y la autoestima:
    Las actividades lúdicas permiten a las personas con demencia participar en actividades que disfrutan y en las que pueden tener éxito, lo que fortalece su sensación de competencia y mejora su autoestima. El éxito en una tarea lúdica puede ser más accesible que en otras actividades cognitivas más estructuradas.
  5. Estimulación física y motriz:
    Muchas actividades de ludoteca incluyen componentes de movimiento físico, como juegos de mesa manipulativos o actividades de dibujo. Esto ayuda a mantener la movilidad y la coordinación motriz fina, que también son importantes en la calidad de vida de las personas con demencia.
  6. Fomento de la creatividad:
    El arte y las manualidades, que suelen estar presentes en las ludotecas, permiten a las personas con demencia expresarse de manera creativa. Esta forma de autoexpresión puede ser particularmente valiosa cuando las capacidades de comunicación verbal están deterioradas.
  7. Creación de rutinas agradables:
    Las actividades lúdicas, cuando se integran de forma regular, pueden convertirse en una parte estructurada y predecible del día de las personas con demencia. Tener rutinas puede reducir la confusión y generar una sensación de seguridad.

En resumen, las actividades lúdicas complementan la estimulación cognitiva tradicional al promover un enfoque más holístico que atiende el bienestar emocional, social y físico de las personas con demencia.