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Comenzar el día con una sesión de actividad física en AFA Zamora no es solo una forma de mantenerse activo, sino una herramienta integral que promueve el bienestar físico y cognitivo, retrasando el deterioro cognitivo, mejorando la movilidad y fortaleciendo tanto el cuerpo como la mente.

Desgranamos:

  • Mejora del funcionamiento cognitivo: La actividad física tiene un impacto directo en el cerebro. Numerosos estudios científicos han demostrado que el ejercicio mejora funciones cognitivas clave como la memoria, la atención y las funciones ejecutivas. Este beneficio se extiende a la cognición global, lo que puede ser especialmente relevante para prevenir y retrasar el deterioro cognitivo y la aparición de demencia.
  • Mantenimiento y mejora de las funciones musculares: Con el tiempo, nuestras capacidades musculares pueden verse reducidas debido al envejecimiento o a un estilo de vida sedentario. La actividad física regular, sin embargo, ayuda a mantener o incluso mejorar la fuerza, el tono y la elasticidad muscular. Esto permite un mejor desempeño en las actividades diarias y previene lesiones.
  • Conservación e incremento de los rangos articulares: La movilidad articular es clave para realizar movimientos cotidianos con facilidad. El ejercicio específico contribuye a mantener o incluso aumentar la flexibilidad y el rango de movimiento de las articulaciones, lo que resulta fundamental para prevenir rigideces y otros problemas asociados al envejecimiento.
  • Incremento de la propiocepción y el equilibrio: Un mayor nivel de actividad física ayuda a mejorar la propiocepción, que es la capacidad del cuerpo para percibir su posición en el espacio. Esto, a su vez, incrementa el equilibrio y reduce el riesgo de caídas, una de las principales preocupaciones a medida que envejecemos.
  • Prevención de rigideces articulares: La práctica regular de ejercicios articulares previene la rigidez que puede acompañar a la falta de movimiento. Esto se traduce en una mayor comodidad y autonomía en las tareas diarias, favoreciendo una vida más activa y plena.
  • Reeducación de los patrones de marcha y coordinación: Muchas personas, a medida que envejecen, experimentan alteraciones en su marcha y coordinación. Las sesiones de actividad física no solo mejoran estas habilidades, sino que también ayudan a reeducar los patrones de movimiento, favoreciendo una mayor estabilidad y reduciendo el riesgo de caídas y accidentes.
  • Mejora de las funciones cardiorrespiratorias: Un sistema cardiovascular y respiratorio en buen estado es esencial para mantener la energía durante todo el día. El ejercicio regular fortalece el corazón y mejora la capacidad pulmonar, lo que aumenta la resistencia y facilita una recuperación más rápida tras el esfuerzo.
  • Reducción del riesgo de depresión: Diversos estudios científicos han evidenciado que la actividad física tiene un efecto positivo en la salud mental. El ejercicio ayuda a reducir los niveles de estrés, ansiedad y depresión, promoviendo una sensación de bienestar general. Además, mejora el estado de ánimo y puede ser una herramienta poderosa en el tratamiento y prevención de trastornos emocionales.

Es importante destacar que un enfoque personalizado es esencial para maximizar estos beneficios. En AFA Zamora, nos aseguramos de que cada persona reciba un programa de actividad física diseñado específicamente para sus necesidades, teniendo en cuenta sus antecedentes clínicos, su estado físico actual, así como sus preferencias y capacidades.