A veces, lo más transformador es lo más simple. Y uno de los mejores ejemplos son los talleres Montessori aplicados a personas con demencia.
Esta metodología ha demostrado ser altamente efectiva también en el ámbito del envejecimiento y el deterioro cognitivo. ¿El motivo? Su capacidad para respetar el ritmo de la persona, estimular sus sentidos, promover su autonomía y reforzar su autoestima.

Lejos de ser un entretenimiento, los talleres Montessori para adultos con demencia se basan en una profunda comprensión de cómo funciona el cerebro y de qué forma puede seguir aprendiendo, sintiendo y participando.
¿Qué se trabaja?
Las actividades están diseñadas para fomentar la concentración, la coordinación y la motricidad fina. Cada ejercicio parte de un objetivo claro y se adapta a la capacidad actual de la persona, sin corregir, sin interrumpir, y siempre valorando lo que sí puede hacer.
¿Qué beneficios tiene?
- Mejora la atención.
- Favorece la autonomía.
- Fomenta sentimientos de utilidad.
¿Y por qué funciona?
Porque no infantiliza. Porque parte del respeto profundo a la persona. Porque reconoce que, aunque haya funciones que se deterioran, la necesidad de sentirse útil, valorado y activo sigue intacta.

Cada vez que lo realizamos vemos lo mismo: personas que vuelven a hacer. Aunque sea doblar pañuelos, clasificar pinzas por colores o encajar piezas en una caja. Porque no se trata de lo que hacen, sino de cómo se sienten al hacerlo.