Parece una simple máscara de carnaval, pero, en realidad, estamos promoviendo el bienestar físico, emocional y cognitivo de los participantes. Este tipo de talleres no sólo favorecen la expresión creativa, también fomentan la conexión social y el sentido de logro.
𝗘𝗻𝘂𝗺𝗲𝗿𝗮𝗺𝗼𝘀 𝗯𝗲𝗻𝗲𝗳𝗶𝗰𝗶𝗼𝘀:
𝟭. 𝗘𝘀𝘁𝗶𝗺𝘂𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗰𝗼𝗴𝗻𝗶𝘁𝗶𝘃𝗮: la tarea de seguir instrucciones, seleccionar materiales y diseñar la máscara requiere habilidades cognitivas como la memoria, la atención y la resolución de problemas.
𝟮. 𝗙𝗼𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗰𝗿𝗲𝗮𝘁𝗶𝘃𝗶𝗱𝗮𝗱: permite a las personas expresar su individualidad y explorar su imaginación a través del diseño y la decoración.
𝟯. 𝗦𝗲𝗻𝘁𝗶𝗱𝗼 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝗴𝗿𝗼: esto es especialmente importante para personas con demencia, ya que aumenta su autoestima y confianza en sí mismas.
𝟰. 𝗦𝗼𝗰𝗶𝗮𝗹𝗶𝘇𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻: fomentamos conexiones significativas, ya que están compartiendo experiencias similares.
𝟱. 𝗘𝘀𝘁𝗶𝗺𝘂𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝘀𝗲𝗻𝘀𝗼𝗿𝗶𝗮𝗹: implica el uso de diferentes materiales y texturas, lo que proporciona una estimulación sensorial beneficiosa.
𝟲. 𝗥𝗲𝗱𝘂𝗰𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲𝗹 𝗲𝘀𝘁𝗿𝗲́𝘀: el proceso de concentrarse en la elaboración de la máscara y disfrutar del compañerismo del grupo puede tener un efecto calmante y relajante.