Tan importante es el trabajo de áreas como el lenguaje, cálculo, lectura… como reservar espacios para explotar nuestra creatividad.
El trabajo con actividades manuales favorece la estimulación de diferentes capacidades como la atención mantenida, la psicomotricidad fina, organización espacial, coordinación viso-manual, percepción y asociación de formas y colores, así como su autonomía y bienestar emocional.
Además, ayudan a conectar a la persona y a orientarla hacía el momento actual: la primavera. En la que recordamos que –con la llegada del calor– vuelven los colores, los insectos, los pájaros…