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Un artículo de Álvaro de Ávila, terapeuta ocupacional de AFA Zamora.

En todo proceso patológico, por uno u otro motivo, es posible que la movilidad se vea afectada, las demencias no son una excepción, y a ello se suma la alta probabilidad de la coexistencia con otras patologías, por lo que puede llegar el momento de plantearnos si nuestro familiar necesita una silla de ruedas para facilitar los desplazamientos.

Si buscamos un poco, nos damos cuenta del amplio catálogo y las muchas opciones que este producto presenta, por lo que vamos a intentar resumir los principales tipos de silla y para qué personas están más indicadas, pero no debemos olvidar que siempre debe ser un profesional sanitario el que nos asesore de manera adecuada para nuestro caso particular.

A grandes rasgos, existen dos tipos básicos de silla de ruedas, manuales y eléctricas:

Silla de ruedas manual

Este tipo de silla está indicado para personas con capacidad de manejarlas o que cuentan con alguien que les propulse, son ligeras, en su mayoría plegables y fáciles de transportar. Dentro de ellas podemos dividirlas en:

  • Autopropulsables: disponen de ruedas grandes con un aro de propulsión en cada una, con opción de aro doble para situaciones en las que existe dificultad para utilizar uno de los brazos. Requieren de capacidad de movimiento y fuerza suficiente para su manejo.
  • No autopropulsables: éstas no disponen de aros y generalmente sus ruedas traseras son más pequeñas, destinadas a personas que requieren de una tercera persona para el desplazamiento.

Silla de ruedas eléctrica

Este tipo de silla cuenta con un motor de carga eléctrica y un mando que facilita el desplazamiento, suelen contar con frenos y control de la velocidad de desplazamiento, además de la posibilidad de añadirles numerosos extras (bocina, cestas…).

Están especialmente indicadas para personas con grandes dificultades de movimiento pero que tienen un buen manejo autónomo de la silla ofreciendo la posibilidad de recorrer distancias grandes con mayor seguridad.

Estos son los dos tipos básicos de sillas de ruedas que podemos encontrar, no obstante, en el mercado existen muchísimos más modelos y tipos dependiendo de las necesidades que tengamos. Podemos destacar las bipedestadoras, de posicionamiento, ligeras, deportivas, para personas con sobrepeso (bariátricas), salvaescaleras, de playa, infantiles etc. Incluso existen multitud de extras que podemos añadir en cada caso, como cojines antiescaras, reposabrazos especiales etc. Por eso es tan importante el asesoramiento profesional para elegir el modelo que mejor se ajuste a las necesidades.

Debemos hacer mención especial a las sillas de posicionamiento. Estas sillas están especialmente diseñadas para personas con muy poca movilidad, que van a pasar muchas horas sentados, pueden diseñarse a medida, disponen de asiento basculante, reclinación del respaldo, reposapiés con multitud de posiciones, reposacabezas ergonómico… lo que va a permitir cambiar de posición regularmente y evitar las úlceras por presión.

En conclusión, los avances actuales en sillas de ruedas son tan grandes que resulta muy complejo resumirlos de manera breve, por lo que hemos intentado dar una visión aproximada a los aspectos más básicos. En el equipo de AFA Zamora estamos encantados de poder asesorar en cada caso para encontrar la mejor solución a cada caso.